Fez es capital imperial de Marruecos, una de las cuatro que hay. También lo son Marrakech, Meknes y Rabat (capital actual). Son las ciudades que en algún momento fueron el epicentro del poder del país, desde donde gobernaba el rey. Laia Cardona, YoViajar
Fez es capital imperial de Marruecos, una de las cuatro que hay. También lo son Marrakech, Meknes y Rabat (capital actual). Son las ciudades que en algún momento fueron el epicentro del poder del país, desde donde gobernaba el rey. En este artículo te quiero hablar sobre esta ciudad y sobre cómo viajar a ella puede molar mucho.
En el último año he estado dos veces en Fez y me ha parecido una ciudad fascinante y única. Con un aire a la medina de Marrakech, pero más auténtica y menos turística.
Fez está dividida en dos partes: la antigua llamada Medina Fez el-Bali y la nueva, llena de casas y edificios modernos. Donde vale la pena quedarse y dormir es justamente en la parte clásica, llena de 9.000 callejones para perderte.
Aquí de poco te valdrán los mapas, te tendrás que guiar a partir de las 2 calles principales de la ciudad, los carteles que te indican los lugares principales visitables, tu orientación y la buena voluntad de las personas locales (aunque siempre te encontrarás con la picaresca de aquel que te quiere guiar por un par de euros).
Fez la ves tranquilamente y de sobras en 2 días. El último lo recomiendo para realizar alguna de las excursiones típicas que se pueden hacer desde la ciudad.
Es la puerta principal de entrada a la Medina Fez el-Bali. Se llama Bab Boujeloud y significa Puerta Azul. Se rehizo en el siglo XIX y se decoró con azulejos azules y tejas verdes. Leí por algún lugar perdido de la red, que el azul simboliza el color de la ciudad y el verde el mundo musulmán. Por ejemplo, el verde decora las tapas de los ejemplares del Corán, las cúpulas de las mezquitas y madrazas y es parte de muchas vestimentas tradicionales.
Recibe el título de la más bonita de Fez, aunque no sabría decirte si me gustó más esta o la Madraza de Bou Inania. Fue construida entre 1323 y 1325 bajo el mandato del sultán Abu Said.
La Medersa Attarine fue una de las principales escuelas coránicas de la ciudad y los estudiantes se podían alojar en ella, debido a que una gran parte de las clases tenían lugar en la Mezquita Al Karaouine. Estuvo en funcionamiento hasta los años 60, momento en que tuvo que ser abandonada definitivamente.
Destaca por la armonía y belleza de su arquitectura. Todo el edificio gira entorno a un patio con fuente, el cual está preciosamente decorado con mosaicos, estucos, madera tallada y pasajes del Corán.
La Madraza Bou Inania otra de las escuelas coránicas que esconde la Medina de Fez el-Bali y que se pueden visitar hoy en día, porque su función principal se perdió hace años.
Compite en belleza con Attarine y vale mucho la pena que la visites. Esta edificación data de 1350.
En el interior destaca la amplitud de su patio y que la fuente aún sigue en funcionamiento, para que la puedan utilizar los cientos de fieles que continúan acudiendo allí para la oración.
Destacan las paredes talladas a mano sobre estuco y madera y la parte baja de las paredes está cubierta de pequeños azulejos que componen infinitos motivos geométricos.
Por mi parte, si os gusta visitar edificios por dentro, yo la recomiendo. Aunque no es tan “resplandeciente” como las dos anteriores y necesita todavía una buena restauración, es parte de la ciudad y te permite ver un tipo de arquitectura más moderna.
La Madraza Cherratine se inauguró en 1670 y se diferencia de las demás escuelas coránicas por su estilo funcional y poco ornamentado. Tiene un amplio patio con una fuente y en las tres plantas superiores se encuentran dispuestas las habitaciones de más de 200 estudiantes.
El Palacio Imperial de Fez se construyó en la parte exterior de la Medina y por este motivo debes caminar un rato para poder llegar. Pero, la gracia es que de camino irás viendo zocos locales y el Barrio Judío. Aunque no se puede entrar en el Palacio, sí que podrás contemplar sus solemnes 7 puertas doradas. Representan los siete días de la semana y los siete escalfones de la monarquía.
El Barrio Judío o la Mellah está en el corazón de la Medina Fez el-Jdid, junto al Palacio Real. Es una de las zonas más tradicionales y antiguas de Fez.
Los edificios de sus calles se distinguen por tener las ventanas y balcones hacia el exterior, a diferencia de la Medina de Fez el-Bali, donde la arquitectura musulmana y la vida familiar se construía hacia el interior de la casa y sus patios.
El nombre “Mellah” proviene de la palabra árabe “sal”, ya que era lo que usaban los judíos como moneda de cambio debido a su alto valor. Luego, esta palabra pasó a designar todas las juderías de Marruecos.
Lo más interesante es pasear por sus zocos y calles de tiendas de joyas. Y puedes visitar la sinagoga y también el cementerio judío.
Es la más grande de las 4 que siguen en activo en la capital imperial de Fez. La curtiduría Chouwara es la más extensa y sigue en activo en medio de la Medina el-Bali. En ella puedes ver cientos de fosas repletas de tintes de mil colores, esperando a ser usadas para colorear el cuero de cordero, buey, cabra o camello. Eso sí, de lo que no te escaparás será del olor maloliente que surge de las curtidurías.
No se puede entrar directamente a las curtidurías, sino que se suele observar desde los balcones que las rodean. En algunos casos son cafés, restaurantes o tiendas que luego te invitan a comprar algún souvenir.
En la ciudad hay muchos museos, pero el que más vale la pena visitar en es el Museo Nejjarine de Arte y Artesanía. Más por el edificio en sí, Patrimonio de la Humanidad, que por la exposición que alberga. Fue en origen una fonda construida en el siglo XVIII.
Posee un patio de tres alturas y merece la pena subir al terrado superior para ver las vistas de la ciudad y beberse un Pom’s (bebida típica de manzana de Marruecos, de la que soy bastante adicta).
Las dos calles principales de la Medina Fez el-Bali te sirven para orientarte y llegar a los zocos más pintorescos de la ciudad:
Para poder conseguir los mejores precios deberás regatear, al igual que en el resto de todo Marruecos y Fez.
Este es uno de los lugares sagrados de Fez y de Marruecos. Aunque, como es un lugar religiosos solo pueden acceder los musulmanes. Puedes contemplar desde el exterior el Mausoleo de Mulay Idrís II construido en el siglo IX.
Esta pequeña plaza situada en el corazón de la Medina Fez el-Bali, entre los zocos de tintoreros y curtidores, está llena de artesanos que trabajan el cobre.
Los caldereros se dedican a trabajar este noble metal desde tiempos inmemoriales y luego ponen a la venta sus artículos: teteras, bandejas, ollas y otros recipientes varios.
¡Mi lugar preferido de noche de Fez! Esta plaza de día puede resultar ser un lugar de difícil estadía, debido al sol abrasador que pega la mayoría de los días del año, pero de noche cambia y se convierte en un lugar mágico y pintoresco.
Lleno de paraditas de comida locales, de venta ambulante y de diversión para los niños. Pásate por ella a partir de las 20h y verás el cambio. Autenticidad asegurada.
El Museo Dar Batha esconde una colección de arte marroquí que puedes ir a ver, pero el verdadero privilegio es poder disfrutar del edificio. Un antiguo palacio que en su centro tiene un jardín andaluz en el que se puede pasear junto a naranjos y encinas para alejarse durante unos momentos de las prisas y el ruido de la Medina. A mí me encantó, tuvimos para nosotros solos todo el palacio y eso nos permitió poder hacer todas las fotos que quisimos y contemplarlo oyendo solo los pájaros cantando.
Después de dedicarle dos días a Fez, el tercero puedes realizar una excursión de un día. Yo te propongo dos, que son las más famosas:
Espero que este artículo te sea de mucha utilidad y que puedas ver la ciudad de Fez en Marruecos en todo su esplendor.
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